Es tiempo de mirar hacia adentro... Es hora de despertar tu mente...
Los procesos de desarrollo y aprendizaje infantil
tienen un carácter integral y dinámico basado en la interacción de factores
internos, biológicos y psicológicos, y externos, sociales y culturales; mismos
que se influyen mutuamente.
Asimismo, al participar en experiencias educativas,
las niñas y los niños ponen en práctica un conjunto de capacidades de distinto
orden, afectivo y social, cognitivo y de lenguaje, físico y motriz, que se
refuerzan entre sí.
En general, y simultáneamente, los aprendizajes
abarcan distintos campos del desarrollo humano; sin embargo, según el tipo de
actividades en que participen, el aprendizaje puede concentrarse de manera
particular en algún campo específico.
Al estimular las
habilidades básicas del pensamiento en una aula preescolar posibilita que los niños y las niñas aprendan a aprender,
a expresar sus opiniones, a hablar, a escucharse, a comparar unas ideas con
otras, a pensar de forma autónoma.
Son muchos los retos que actualmente tiene la
educación dirigida a los primeros años. Junto a la familia, los docentes
necesitan promover una infancia colmada de experiencias y relaciones
satisfactorias para alcanzar la meta del desarrollo armónico e integral en
todas las dimensiones madurativas del ser humano y promover su competencia para
ser feliz. Por medio de la ética del encuentro, se pueden ofrecer oportunidades
para facilitar la construcción de la propia identidad y estimular distintos
modos de relación basados en el conocimiento, la valoración y el respeto a la
diversidad.
Toda
persona necesita sentir el placer por el dominio, para lo cual necesita tiempo,
tiempo para percibir la realidad, tiempo para construirse una imagen de ella,
para saber cómo es, para favorecer la percepción compleja y descubrir la
multiplicidad de apariencias; luego ese reconocimiento requiere cierta estabilidad
y, más tarde, también necesitará tiempo para reconocer o reconstruir su
conocimiento.
La
observación mantiene relevante importancia, dentro del aula, como la estrategia
más adecuada para detectar los requerimientos de los procesos constructivos del
pensamiento de los alumnos, a fin de crear el terreno más adecuado para ello.
Le
cabe al docente, entonces, guiar la acción inteligente, interpersonal y
práctica, planteando problemas, poniendo al alcance de sus alumnos instrumentos
para hacerlo y ayudando a descubrir las tácticas para abordarlos, generando en
el aula situaciones interactivas con contenido de intercambio intersubjetivo.
Recordando que si bien el lenguaje es un poderoso instrumento que poseen los
seres humanos para pensar y comunicarse, se debe también rescatar la
importancia del diálogo no verbal en el aula.
Si la
ayuda que el docente presta es contingente al esfuerzo de los chicos, fomenta
la atención, la exploración y la destreza de manejar objetos, constituyéndose
su conducta en la resultante de la apropiación e interiorización individual de
los procesos sociales que se llevan a cabo en la resolución de problemas.
En la
búsqueda para asegurar que todos los niños sean capaces de aprovechar las
oportunidades ofrecidas, es necesario llegar a conocer bien a los niños, para
aprender de sus vidas y experiencias, tomando en cuenta todo esto para la
planeación.
Los
niños responderán mejor si pueden ver reflejadas sus vidas en los materiales y
en las actividades organizadas y si las diferencias en experiencias o confianza
han sido consideradas con anticipación. Identificar y trasladar las palabras
clave que usted espera introducir y reforzar esto a través de juegos o
exposiciones será valioso para los pequeños. Encontrar diferentes maneras de
introducir actividades ayudará a incrementar su accesibilidad.
Valorar
las contribuciones de todos, tener expectativas altas y tratar de evitar
prejuicios que tengan como base el desempeño en otras áreas, todo ello conduce
a crear una atmósfera de apoyo. Elogiar a los niños por ser perseverantes ante
las dificultades, destacar que han aprendido de los problemas que
experimentaron y establecerse usted mismo como modelo, siendo receptivo a
nuevas ideas, puede ayudar a crear un clima en el cual los niños se sientan
capaces de tomar riesgos.
A su
vez, proveer retroalimentación regular y constructiva a los alumnos, así como
desarrollar un diálogo para sus aspiraciones y progresos, puede ayudar a
construir confianza y motivación.
Aprender a aprender implica la conciencia, gestión
y control de las propias capacidades y emociones desde un sentimiento de
competencia o eficacia personal.
El estímulo de esta competencia, que subyace y
sustenta el desarrollo del resto de competencias, precisa de propuestas
pedagógicas que potencien el desarrollo de las habilidades básicas del
pensamiento para que el niño o niña tome conciencia de las propias capacidades,
utilice sus habilidades para planificar, desarrollar y evaluar el propio
aprendizaje, se sienta motivado y disponga de la confianza en sí mismo
necesaria para utilizar el aprendizaje de forma autónoma y eficaz en los
distintos contextos.
El aula de educación preescolar que ofrece una
educación emocionalmente inteligente y ofrece experiencias de aprendizajes
conscientes y gratificantes, está promoviendo la formación de niños y niñas
competentes para aprender a aprender. De esta forma, la labor docente se
convierte en un motor que impulsa el desarrollo de habilidades, procedimientos
y actitudes para pensar de forma autónoma.
Finalizo dejando en claro que las metas
del preescolar, a pesar de su flexibilidad, son las mismas para todos los
niños, independientemente de los factores que afecten su aprendizaje, ya sea la
familia, la escuela, el contexto inmediato, lo que varía es el camino en el que
acceden a ellas a través del favorecimiento de competencias. Y es ahí en donde
entra la educadora, al crear un equipo de trabajo (niños, padres de familia,
ambiente alfabetizador y educadora) lo suficientemente sólido para brincar los
obstáculos que se le presenten al educando.
Hola, muy bonita tu reflexión. me encanto!!
ResponderEliminarGracias!!!
Eliminarmuy bonita reflexión!!!
ResponderEliminarGrandiosa reflexión! puedes particularizar más hacia tu práctica ya que seria maravilloso conocer más acerca de ello :)
ResponderEliminarSaludos!
Tiene razón Maestra. Me gusta su actitud frente al desarrollo de sus alumnos en preescolar ya que pienso que es la base para el trabajo que desarrollamos en primaria.
ResponderEliminarFelicidades y siga adelante.